Así se repara el cabello seco y dañado en un dos por tres
Dale fin al cabello seco y dañado y empieza a lucir una cabellera sana y brillante. ¡Te contamos cuáles son sus causas y cómo remediarlo!
El cabello seco y dañado puede ser una completa pesadilla pero, si algo hemos comprobado, es que para cada problema capilar siempre existe una solución. Y es que una cabellera saludable, revitalizada y radiante no es solo cuestión genética, también de cuidados.
Desde luego, aunque ciertamente el tema estético puede motivar nuestros mejores esfuerzos para darle fin a esta problemática, la salud y futura condición de nuestro cabello es es el principal motivo para erradicarla de tajo, ¡ya!
¿Cuáles son las causas del cabello seco y dañado?
Dicho en una sola palabra: deshidratación. Las hebras capilares están cubiertas por un capa exterior protectora llamada cutícula. Cuando esta se deteriora, su estructura se debilita y abre por completo, comprometiendo su capacidad para retener la humedad y ocasionando que el pelo se torne débil, seco, poroso, áspero y opaco.
Esto finalmente deriva en una serie de problemáticas como el exceso de frizz u otras mucho más severas como el quiebre, las puntas abiertas y hasta la caída capilar.
Aunque existen cabelleras con mucha más predisposición a resecarse que otras, entre las causas del cabello seco y dañado más comunes se encuentran factores como:
- Abusar del uso de herramientas térmicas.
- Someter el pelo a procesos químicos frecuentes como decoloraciones, teñido y permanentes.
- Malas prácticas durante la rutina de lavado y estilizado.
- Prescindir por largo tiempo de los despuntes y los tratamientos capilares.
- La edad y los cambios hormonales.
- Trastornos capilares.
- Exposición al sol y la contaminación.
- El agua clorada o salada de la alberca y el mar.
- La calefacción.
¿Cómo reparar el cabello seco y dañado?
1. Usa un sistema de lavado para el cabello seco y dañado
El shampoo y acondicionador TRESemmé Efecto Botox restauran la fibra capilar para una melena visiblemente saludable. Enriquecidos con lisina y proteína líquida, hidratan intensivamente y ayudan a cerrar la cutícula, rescatando incluso el cabello extremadamente dañado. Controlan el encrespamiento y el exceso de volumen, y reponen el brillo para un look con calidad de salón todos los días.
2. Cuida la forma en la que secas y peinas tu cabello
Como ya habrás notado, el cabello seco y dañado es mucho más delicado y quebradizo que una cabellera en su estado saludable. Evita frotar, jalar o exprimir tu melena cada vez que la seques o estilices, para prevenir un daño todavía mayor e incentivar una rápida regeneración capilar.
3. Aplica mascarillas especiales para el cabello seco y dañado
Las mascarillas capilares son fantásticas aliadas de acondicionamiento profundo para tu cabello, así que considera aplicarlas por menos una vez por semana. Si estás buscando tratamientos caseros para el pelo seco y dañado, prueba crear algunas mezclas utilizando miel, tomate, plátano, maicena o aceites naturales.
O bien, si lo tuyo es la practicidad, el superhidratante diario Dove Reconstrucción Completa es un poderoso tratamiento intensivo diario.
4. Confía en los aceites naturales
Ya sea en su estado puro o a través de tus productos preferidos, los aceites esenciales están entre los remedios para el cabello seco y maltratado más efectivos. Si bien todas las variedades aportan grandes nutrientes al cabello, los más recomendables para restablecer la hidratación natural de tu melena son el aceite de almendra, aguacate y coco.
Aplícalos sobre la hebra capilar húmeda, prestando suma atención a las puntas, sobre todo si tu cabellera es larga y muy densa.
5. Evita las altas temperaturas
Al ser mucho más frágil, el cabello seco es mucho más susceptible al daño derivado de las herramientas térmicas, como al emplear agua demasiado caliente para lavar tu melena.
Trata de alternar algunos días, secando al aire libre o luciendo tu cabello al natural y prefiriendo el agua tibia o fría al momento de bañarte. ¡Incluso tu cuero cabelludo y piel te lo agradecerán!
6. Utiliza peines y accesorios de calidad
Tanto los cepillos como las ligas y pinzas elaboradas de plástico y fibras sintéticas, tienden a dañar y resecar el cabello con mayor facilidad. En su lugar, opta por aquellos elaborados con materiales y fibras naturales. Te ayudarán a cuidar la fibra capilar, evitando que gane frizz o se torne áspera.
7. Dale mantenimiento a tu melena
Una vez al mes, acude con tu estilista para realizar un despunte e, incluso, para aplicar algunos tratamientos nutritivos profesionales. Te ayudará a eliminar las puntas abiertas y dañadas e hidratar a profundidad tu melena, permitiendo que siga creciendo en óptimas condiciones.
8. Lleva una dieta balanceada
La clave para una cabellera más sana y bonita está en tu régimen alimenticio. Comer frutas y verduras de hoja verde, así como las proteínas adecuadas plagadas de ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, contribuye a mejorar la condición de tu cabello.
Por otro lado, los alimentos ricos en omega-3 y ácidos grasos como el salmón, el aceite de linaza y el aceite de pescado, también promueven el crecimiento saludable.