Por qué el protector térmico para el cabello podría ser el héroe de tu rutina
Mejor prevenir que curar.
A diario exponemos a nuestro pelo a situaciones que lo dañan. Leáse, prácticas de estilismo agresivas y uso frecuente de herramientas de calor, por mencionar las que hoy queremos abarcar. A veces, resulta difícil escaparles o evitarlas. Entonces, es necesario tomar los recaudos para minimizar el impacto. Ahí entra en juego el protector térmico para el cabello, un producto que debería estar en todo neceser y que impide que la exposición al calor queme o dañe las fibras. A continuación, nos explayamos en sus beneficios, ventajas de uso y demás.
Todas las respuestas sobre el protector térmico para el cabello
¿Qué es el protector térmico para el cabello?
El protector térmico para el cabello es un producto sin enjuague que se utiliza para crear una barrera protectora y así evitar el daño por calor producido por herramientas como el secador de pelo, la planchita o la rizadora.
Se comercializa en formato aerosol, crema o aceite. Las fórmula efectivas suelen contener copolímero de acrilatos de PVP/DMAPA, cuaternio-70 y proteína de trigo hidrolizada: activos que forman una película fina en la superficie de la cutícula, ralentizando la conducción del calor y distribuyéndolo uniformemente. Esto significa que el pelo se calentará gradualmente para disminuir el impacto, lo que resulta en menos daño.
A su vez, sus fórmulas incluyen siliconas, utilizadas para transferir el calor lentamente cuando se recubren las fibras. También ayudan a sellar las cutículas para que las fibras retengan la humedad en su interior y estén mejor protegidas.
¿Para qué sirve el protector térmico para el cabello?
Como su mismo nombre lo indica, el protector térmico funciona como un escudo, una barrera entre el pelo y una herramienta de calor. Cubre la cutícula capilar para protegerla y minimizar el daño producido por las altas temperaturas. Al blindar el pelo y darle resistencia al calor, este tipo de producto evita que el pelo se queme, se seque, se quiebre y se opaque. Además, ayuda a suavizar las hebras y darles más brillo.
Algunas marcas comerciales, incluso, ofrecen protectores con filtros UV. Esto significa que sirven no solo como protección antes de usar una herramienta de calor sino también antes de exponerse al sol (ojo, una gorra o una sombrero nunca está de más).
Probá: el Protector Térmico de TRESemmé, que crea una barrera protectora contra el calor. Soporta hasta 230°C y tiene filtro UV.
¿Cómo se aplica el protector térmico para el cabello?
Los especialistas recomiendan utilizar el protector térmico para el cabello como primer paso de cuidado después del lavado, incluso antes de cualquier producto de styling como lociones para dar volumen o acondicionadores sin enjuague. Es decir, lo ideal es aplicarlo sobre el pelo húmedo y rociar generosamente alrededor de toda la cabeza a una distancia de 15 centímetros, evitando las raíces. De aplicarlo sobre el pelo seco, lo ideal es rociarlo a unos 30 centímetros de distancia para crear una capa uniforme pero sin dejar el pelo pegajoso. Luego, pasá el peine para distribuir bien.
¿Cuándo debe aplicarse el protector térmico para el cabello?
El protector térmico para el cabello se aplica justo antes de utilizar cualquier herramienta de calor (secador de pelo, planchita o rizadora). Se puede aplicar sobre el pelo húmedo, luego del lavado, o sobre el pelo seco. Si es en formato spray, se rocía el producto en toda la extensión, evitando las raíces. La idea es crear una capa protectora uniforme para que el calor no dañe ni queme la fibra.
¿Qué tipo de protector térmico es mejor para mi pelo?
La mayoría de los protectores térmicos para el cabello vienen en formato spray. Si se aplican de forma correcta, no deberían dejar el pelo apelmazado, por lo que el pelo normal a fino podría usarlo sin problema. Si tenés el pelo grueso o rulos, lo más recomendable es optar por un protector térmico para el cabello en crema. Así, es más fácil asegurarse de que el producto llegue a cada mechón.
En cuanto a los ingredientes, es bueno buscar un protector térmico que contenga en su fórmula un ingrediente humectante (en definitiva, un pelo hidratado equivale a un pelo sano) como glicerina o ácido hialurónico. De igual manera, resultan ventajoso dar con un protector térmico para el cabello enriquecido con algún ingrediente fortalecedor como puede ser la keratina, los aminoácidos y la proteína de trigo. Estos añaden una capa extra de defensa contra cualquier daño inducido por el calor.
¿Quién debería usar protector térmico para el cabello?
La respuesta es simple: todos. Es un paso de cuidado indispensable, sobre todo si tenés el pelo teñido o el pelo dañado. Sobre todo si usás herramientas de calor como secador de pelo, planchita o rizadora a diario. Sobre todo si querés evitar el pelo quemado (sí, eso existe).
Nuestro tip: si ya tenés el pelo dañado, podés ayudar a su recuperación desde el lavado usando el Shampoo y Acondicionador Cauterización Reparadora de TRESemmé. Este sistema funciona como una tratamiento que actúa a nivel celular, recuperando la fibra de adentro hacia afuera. No solo favorece un pelo más resistente sino que previene las puntas abiertas.
¿Qué pasa si no usás protector térmico?
El uso directo de herramientas de calor como secador de pelo, planchita y buclera, a más de 130°C puede debilitar las fibras y romper las proteínas del cabello. A su vez, diluye los aceites naturales que protegen el pelo y lo mantienen humectado. El resultado es un pelo seco, frágil, quebradizo y propenso a las puntas abiertas. De someterse el pelo teñido al calor, los pigmentos pueden alterarse y, por ejemplo, es común que el pelo decolorado o rubio vire al pelo naranja.
Protector térmico natural para el cabello
Más allá de los productos comerciales, es posible crear una versión casera utilizando aceite de Argán, aceite de coco o aceite de almendras. Estos aceites naturales suelen estar presentes en las formulaciones de los protectores térmicos para el cabello pero también funcionan por sí mismos. Sí es necesario tomar algunos recaudos y prestar especial atención a su aplicación para evitar daños.
Protector térmico para el cabello casero
Paso uno: Diluí una cucharada del aceite natural de tu elección en media taza de agua.
Paso dos: Verté la mezcla en un pulverizador y agitá.
Paso tres: Rociá tu protector térmico casero sobre el pelo húmedo, evitando las raíces, a una distancia de unos 15 centímetros.
Paso cuatro: Peiná para distribuir bien.
Paso cinco: Ya podés usar el secador de pelo o, bien, dejar secar el pelo al aire y luego pasar la herramienta de calor que desees.
Precauciones sobre los protectores térmicos caseros
Para lograr el aspecto deseado, la temperatura empleada va a depender de la textura del pelo. Ciertos aceites como el aceite de coco o de palta son efectivos a la hora de crear protectores térmicos para el cabello caseros pero se debe tener en cuenta su punto de humo, es decir, la temperatura a la que se quema el aceite. Si se excede este punto de humo y estás usando tu protector casero con una herramienta de calor a una temperatura demasiado elevada, el aceite se va a empezar a quemar y vas a lograr el efecto contrario. Dicho en otras palabras, podés terminar con el pelo extremadamente dañado y/o quemado. Así que elegí cuidadosamente el aceite natural que vas a emplear.
El punto de humo del aceite de coco, por ejemplo, es de 350°C, por lo que la herramienta de calor aplicada sobre este ingrediente no debería exceder los 325°C. Esto lo convierte en la mejor opción para pelo fino. Por su parte, el aceite de palta protege tanto del calor de las herramientas de styling como del sol, lo que lo convierte en un aliado para cualquier textura y densidad, pero en especial para pelo teñido o pelo canoso. Su punto de humo es bastante elevado, a 520°C. En cambio, el aceite de almendras se absorbe muy rápido y pueden aplicarse entre 3 a 5 gotas directo sobre el pelo, sin necesidad de diluirlas en agua.