Ácido hialurónico para el pelo: todo lo que necesitás saber sobre este activo
Un ingrediente que migra de la rutina de cuidado de la piel al pelo.
El término skinification se refiere a las fórmulas e ingredientes cada vez más sofisticados que se utilizan en los productos para el cuidado capilar y que se han empleado tradicionalmente en el cuidado de la piel. Sabemos que la base de un pelo hermoso es un cuero cabelludo saludable. Por eso, es necesario invertir en fórmulas de calidad que logren un efecto positivo a largo plazo. Hoy te contamos todo sobre el ácido hialurónico para el pelo.
Ácido hialurónico para el pelo: para qué sirve
El ácido hialurónico es una sustancia que produce naturalmente el cuerpo, cuya función es hidratar en profundidad y retener los niveles de agua. De hecho, ¡tiene la capacidad de retener mil veces su peso en agua! En la piel, actúa como auxiliar para rellenar pequeñas líneas de expresión. En el pelo, en cambio, ayuda a reparar las fibras debilitadas.
Con el paso de los años, su producción disminuye, al mismo tiempo que se acumulan los daños producidos por el sol, los factores medioambientales, las decoloraciones, tinturas u otros tratamientos químicos que se hayan realizado o productos. Esto se traduce en un pelo quebradizo, seco y opaco. Por eso, los tratamientos de ácido hialurónico para el pelo brindan una solución ante esta necesidad.
Beneficios del ácido hialurónico para el cabello
1. Hidrata el pelo
Las propiedades del ácido hialurónico funcionan de manera similar en el pelo que en la piel, lo que permite que las fibras capilares retengan y sellen la humedad de los productos.
2. Reduce el frizz
El ácido hialurónico para el pelo también ayuda a sellar la cutícula. Esto evita que la humedad no deseada penetre, lo que provoca que el pelo se infle y se llene de frizz.
3. Rellena las fibras capilares
Aunque se necesitan más estudios, en teoría, el ácido hialurónico podría ayudar a dar volumen al pelo dañado y seco. Este efecto de relleno podría servir para aportar volumen en las raíces, pero se necesitarían ingredientes adicionales para reparar el daño.
4. Hidrata el cuero cabelludo
El ácido hialurónico no solo beneficia a las hebras sino también al cuero cabelludo. Las moléculas humectantes atraen y unen la humedad a la piel, lo que permite que el colágeno prospere en la piel y el cuero cabelludo.
Cómo se aplica el ácido hialurónico para el pelo
Por un lado, el ácido hialurónico puede aplicarse a modo de tratamiento en el salón. Quizás por eso suele confundirse o compararse con la keratina. Sin embargo, estos tratamientos persiguen distintos objetivos. La keratina busca reparar las hebras, mientras que el ácido hialurónico brinda hidratación.
Si tenés pelo frágil, fino o está muy sensibilizado, y solo querés reducir el encrespamiento o relajar los rulos sin perderlos por completo o si querés un pelo lacio que puedas ondular o rizar fácilmente, te recomendamos un tratamiento de ácido hialurónico para el pelo. Si, en cambio, tenés el pelo grueso y resistente, querés alaciarlo o reparar el daño, entonces mejor recurrí a la keratina.
Dicho esto, es necesario enfatizar que la aplicación de ácido hialurónico es un tratamiento profesional, es decir, debe conducirlo un experto. La sesión puede extenderse alrededor de 40 minutos y el resultado puede durar hasta cuatro semanas.
Por otro lado, pueden adoptarse productos que contengan ácido hialurónico en sus formulaciones. Esta es una forma sencilla de beneficiarse de este ingrediente sin tener que someterse a tratamientos de salón. Existen shampoos, acondicionadores, cremas para peinar e, incluso, mascarillas con ácido hialurónico, listas para formar parte de tu rutina capilar. Te recomendamos los siguientes:
El Shampoo Ácido Hialurónico + Vitamina A de Sedal se presenta como el primer paso de cuidado para un pelo profundamente hidratado desde la ducha. Brinda volumen, elasticidad, brillo y suavidad. Ideal para un pelo liso sin frizz. Aplicá sobre el cuero cabelludo y realizá un suave masaje capilar con las yemas de los dedos.
Luego de enjuagar el pelo con abundante agua, aplicá el Acondicionador Ácido Hialurónico + Vitamina A de Sedal de medio a puntas, evitando las raíces. Déjalo actuar al menos 30 segundos y enjuagá. El acondicionador no solo va a permitir un desenredado fácil sino que va a dejar el pelo más sedoso y, aún mejor, protegido.
Al salir de la ducha, retirá el exceso de agua de tu pelo con una toalla de microficha o remera de algodón para evitar la fricción y, por consecuencia, el daño. Desenredá el pelo con un peine, empezando por las puntas para evitar tironeos. Luego, aplicá la Crema para Peinar Ácido Hialurónico + Vitamina A de Sedal de medio a puntas. Peiná nuevamente para distribuir mejor el producto y modelá o estilizá como de costumbre. Recordá que este producto no necesita enjuague.
¿Para qué tipo de pelo funciona el ácido hialurónico?
Todos los tipos y texturas de pelo podrían beneficiarse del uso de cualquier producto formulado con ácido hialurónico. Sin embargo, es posible que las melenas secas, quebradizas, crespas y dañadas lo agradezcan más. Incluso el pelo teñido o sometido a tratamientos químicos puede verse favorecido por esta sustancia.
Cuando sientas pérdida de elasticidad y firmeza, rotura, sequedad, pérdida de color o brillo, entonces es un buen momento de aplicar ácido hialurónico para el pelo.
Ácido hialurónico para la cara
Como dijimos antes, el cuerpo produce ácido hialurónico de forma natural. Esto beneficia no solo a la piel sino también a las articulaciones y cartílagos. Este componente de apariencia viscosa atrae y retiene gran cantidad de moléculas de agua (imaginá un imán para el agua), por eso funciona como una agente hidratante. Y una piel hidratada es una piel sana, que luce radiante, suave y tersa. Pero, con el paso del tiempo, la producción disminuye. Los signos visibles en la piel son la falta de firmeza, elasticidad y brillo. Y ahí entran en escena una variedad de sérums y cremas hidratantes enriquecidas con este componente, devenido en la estrella de las rutinas de skincare.
La aplicación cosmética del ácido hialurónico apunta a hidratar la piel y ayudar a repararla. Además, actúa previniendo las arrugas y suavizando las líneas de expresión. Hoy, la tendencia son los sérums, boosters y ampollas formuladas con este principio activo. Lo que se debe tener en cuenta es que su penetración va a depender del peso de las moléculas, así como de los otros activos con que se combine para que se sintetice. Los mejores productos la la combinan en distintos pesos moleculares para que actúe en distintos niveles. Otro punto a tener en cuenta es la concentración de ácido hialurónico en la formulación. Por lo general, lo más concentrado que se puede conseguir es en los sérums con fórmulas con ácido hialurónico al 2 %.
¿Cómo se aplica el ácido hialurónico en la piel? Para mejores resultados, se aplica sobre la piel limpia. Y acá hay un truco: conviene secar la piel de la cara pero no del todo, es decir, que quede algo húmeda. Si usás tónico, es momento de aplicarlo. De lo contrario, aplicá el producto con ácido hialurónico. Si es un sérum, usá el gotero para aplicar una o dos gotas sobre la palma antes de distribuirlo por la cara con suaves movimientos circulares. Luego, aplicá tu crema hidratante para sellar. Si se trata de una crema de tratamiento, entonces probablemente la uses como un tercer paso de cuidado. El paso en que lo apliques va a depender de tu tipo de piel, necesidades y, claro, preferencias.
Otro uso que suele darse al ácido hialurónico en la piel es para rellenar o aportar volumen (por lo general en pómulos o labios). En este caso, la aplicación es mediante microinyecciones, y debe realizarla un profesional.
En el mercado existen también pastillas o bebibles que combinan ácido hialurónico con vitaminas y minerales. Estos tratamientos, en cambio, apuntan a mejorar el estado general de la piel al mismo tiempo que combaten el cansancio, dolores articulares, fatiga, entre otros síntomas.
Vale aclarar que cualquiera sea la aplicación elegida, el camino correcto es siempre consultar previamente con un médico especialista, ya sea un dermatólogo o un médico clínico.