Cómo lavarse el pelo teñido sin lavar el color: 5 tips para extender el efecto recién hecho
Dominar la ecuación "color por más tiempo y menos daño" es posible. Seguí estas recomendaciones para un tono intenso.
Aprender cómo lavar el pelo teñido es fundamental, ya que de esto va a depender la duración del color, su intensidad y su brillo. La frecuencia del lavado y los productos son algunos de los factores que impactan no solo en el color de pelo sino también en su salud.
El proceso de decoloración y coloración, además, daña y reseca el pelo. Por lo tanto, es importante tomar nota de los cuidados que el pelo teñido necesita. Leé atentamente estas cinco recomendaciones sobre cómo lavarse el pelo teñido y empezá a gozar de un tono vívido por más tiempo.
5 recomendaciones sobre cómo lavarse el pelo teñido
1. Esperá 72 horas antes de lavar el pelo
Evitá lavar el pelo durante los primeros tres días después de teñirlo. De esta forma, vas a permitir que las moléculas de color se sellen bien en cada capa de la cutícula capilar. Esto va a ayudar a prolongar la vida del color y, por ende, a retrasar el retoque.
2. Elegí los productos adecuados
El gran secreto sobre cómo lavarse el pelo teñido está en los productos. Elegir un sistema de lavado especialmente diseñado para pelo dañado, bien nutritivo, es clave. Recordemos que los procesos químicos como la decoloración y la coloración desgastan la capa externa de lípidos que protege al cabello, manteniéndolo hidratado. De ahí que el pelo teñido se sienta y se vea más seco y sin brillo. Entonces, los productos correctos van a prolongar el color, restaurar y proteger el pelo.
Probá: el Shampoo y Acondicionador Regeneración Extrema de Dove, un sistema de lavado ideado para cabello extremadamente dañado. Su fórmula posee un poderoso concentrado de activos regeneradores que nutren profundamente la fibra capilar y refuerzan la estructura interna del pelo. Para un extra boost, reemplazá el acondicionador tradicional por el Super Acondicionador 1 Minuto Factor de Nutrición 80 de Dove.
3. Prestá atención a la temperatura del agua
El agua caliente no solo reseca el pelo sino que deja el pelo más propenso al frizz y al quiebre. La temperatura del agua es un factor primordial para dominar el arte de cómo lavarse el pelo teñido. Mejor optá por agua tibia o fría. De esta forma, vas a evitar que la cutícula se abra, reduciendo la intensidad del color. Y, de paso, vas a potenciar el brillo de tu pelo y a reducir el frizz.
4. Espaciá los lavados
Si bien algunas coloraciones son más propensas a “lavarse” más rápido, como las rojizas o colores fantasía, ninguna tonalidad está exenta de perder intensidad tras los lavados. Por eso, lo más conveniente es disminuir la frecuencia de lavado a tres veces por semana, como mucho, para mantener y prolongar el color. A su vez, vas a permitir que los aceites naturales de tu cuero cabelludo hidraten tu pelo y lo protejan. Si te es difícil no lavarte el pelo a diario, podés recurrir a un shampoo seco casero.
5. Protegé tu pelo
La cuestión sobre cómo lavarse el pelo teñido no termina en la ducha. Si vas a usar herramientas de calor como secador de pelo, planchita o buclera (que no es lo más recomendable si tu pelo está seco), recordá protegerlo de antemano. ¿Cómo? Aplicando un protector térmico.