
Cómo evitar y cómo recuperar el pelo pajoso
Identificá la causa de la resequedad y dale a tu pelo un feliz desenlace.
El pelo pajoso refleja una resequedad importante, producto de la deshidratación que ocasionan tratamientos químicos, uso de productos inadecuados y uso excesivo de herramientas de calor, entre otras cuestiones.
Denominamos pelo pajoso al cabello que está tan reseco que no tiene brillo, movimiento y que parece crujir cuando lo tocamos. Por suerte, todo tiene solución y hay varias cosas que se pueden hacer para arreglarlo. Es cuestión de cambiar algunos hábitos, ajustar tornillos en tu rutina de belleza y, por supuesto, tener paciencia, ya que no se va a curar de la noche a la mañana.
Causas del pelo pajoso

El pelo pajoso es sinónimo de daño. En la mayoría de los casos, se presenta en el pelo teñido o decolorado. Estos procesos químicos le quitan la hidratación natural al cabello y hacen que se vuelva más débil y quebradizo. Si no se cuida como se debe, eventualmente adopta esta textura áspera, pierde brillo y manejabilidad. Por eso, se recomienda espaciar las tinturas y hacer decoloraciones graduales en caso de cambios radicales de color, usando oxidantes más suaves.
Entre otros factores que pueden ocasionar este resecamiento encontramos el uso excesivo de herramientas de calor como secador de pelo, planchita y/o rizadora. Si se usan a diario, sin regular la temperatura y sin aplicar un protector térmico previamente, pueden ser causantes del pelo quemado.
Probá: el Shampoo y Acondicionador Regeneración Extrema de Dove, un sistema de lavado formulado para pelo extremadamente dañado. Además de brindar nutrición, apunta a reponer la queratina, componente esencial de las fibras capilares que se va perdiendo al someterlo a tratamientos químicos u otro tipo de agresiones.
El uso inadecuado de productos es también responsable del pelo pajoso. Puede que estés usando productos muy agresivos para tu tipo de piel y pelo, aplicando la cantidad incorrecta o con una frecuencia indebida. Es importante prestar atención a las señales que da tu pelo y a sus necesidades para elegir una rutina acorde.
Luego, existen los factores ambientales. Durante el verano, la exposición al sol, el agua de mar, la pileta… resecan la melena. Ojo, en invierno, las bajas temperaturas y la falta de humedad en el aire también afectan el aspecto del pelo.
En síntesis, el pelo pajoso equivale a un pelo seco, con puntas abiertas, corte químico, y quebradizo, lo que lo hace propenso a la caída.
Cómo dejar de tener el pelo pajoso

Hidratá (en mayúsculas)
Ya sea que tenés el pelo teñido o de color natural, hidratar tu melena es fundamental. Desde adentro, tomando agua y siguiendo una dieta balanceada. Desde afuera, usando productos que le aporten al cabello lo que le falta y así evitar o revertir el efecto pelo pajoso.
Lo ideal es crear una rutina de cuidado alrededor de esta necesidad: hidratar. Para tu sistema de lavado diario, buscá productos con ingredientes hidratantes como plantas, hierbas, frutas y flores. También podés reemplazar tu acondicionador tradicional por un super acondicionador para conseguir esa nutrición extra que tu pelo pajoso necesita.
Probá: el Super Acondicionador 1 Minuto Regeneración Extrema de Dove, diseñado para pelo extremadamente dañado. Se aplica luego del shampoo, de medio a puntas, se deja actuar 1 minuto y se enjuaga. Podés usarlo a diario para esa dosis de nutrición que tu pelo reclama.
Como tercer paso, al salir de la ducha, podés aplicar una crema para peinar. Elegí una para tu tipo de pelo y aplicala sobre el pelo húmedo, distribuila de manera uniforme, de medio a puntas. ¿Qué va a hacer? No solo va a ayudar a desenredar el pelo con mayor facilidad sino que va a mantener el cabello hidratado durante el día. Las hay con texturas ligeras, que no dejan el pelo pesado.
¡Importantísimo! Incorporá también a tu rutina una mascarilla casera hidratante o crema de tratamiento, una o dos veces por semana. ¿Qué ingredientes brindan hidratación y ayudan a reparar el daño? Aloe vera, miel, banana, palta, avena, agua de arroz, además de los aceites naturales.
Probá: la Crema de Tratamiento Óleo Nutrición de Dove, diseñada para nutrir en profundidad el pelo seco y mitigar el frizz desde el primer uso. Es una aliada perfecta para combatir el pelo reseco o pelo pajoso.
Ojo, también podés recurrir a un tratamiento de salón como el botox capilar, que ofrece una buena dosis de hidratación y nutrición para tratar el pelo débil, quebradizo y con encrespamiento.

Hacé un detox capilar
Esta es una forma de resetear tu pelo y darle una pausa de las rutinas estresantes y factores ambientales que pueden estar afectándolo. Todo detox capilar comprende tres pasos: exfoliación del cuero cabelludo, limpieza profunda e hidratación. Además, te recomendamos darle un recreo a las herramientas de calor y cambiar los peinados tirantes por sueltos y las gomitas por scrunchies. Con todo esto apuntamos a que los folículos pilosos se oxigenen correctamente y recuperen su fuerza para un crecimiento saludable.
Evitá las decoloraciones intensas
Si, por ejemplo, tenés el pelo oscuro y querés teñirte de rubio, vas a necesitar muchas decoloraciones. Esto, como ya dijimos, daña la fibra. No significa que no se pueda hacer sino que no es recomendable hacerlo de un tirón. Dejá descansar el pelo entre sesión y sesión y estiralo lo más posible para hacer el proceso más llevadero para tu cabellera. Un plus es que podés disfrutar de distintos colores de pelo y experimentar cosas nuevas.
Nuestro tip: Si tenés el pelo teñido o decolorado, aplicá al menos una vez por semana la Máscara de Tratamiento Regeneración Extrema de Dove. No solo nutre en profundidad sino que también regenera las fibras dañadas y con corte químico.
Cortá regularmente
Por último, tenemos que recalcar que cortarlo regularmente es importante para quitar lo que esté feo. Generalmente, las puntas secas se quiebran y se rompen, por lo que el cabello no crece en largo, ya que se termina partiendo la fibra por estar en ese estado. Cortarlo con regularidad va a ayudarte a combatir el pelo pajoso.