Mito o verdad: cepillar el pelo seguido hace que tenga más brillo | All Things Hair AR
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Mito o verdad: ¿cepillar el pelo regularmente hace que tenga más brillo?

La respuesta te conduce directo a un pelo con brillo. 

¿Es cierto que cepillar el pelo regularmente garantiza un pelo radiante? Los dramas de época muestran a las mujeres sentadas en su dressoir peinándose casi compulsivamente porque durante mucho tiempo esta práctica era considerada la llave para un pelo con brillo. En este artículo desentrañamos este misterio y, de paso, compartimos consejos útiles para lograr ese aspecto soñado.

¿Cepillar el pelo más equivale a más brillo?

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Empezá por abajo. Crédito: Greta Hoffman/Pexels

Bueno, vamos a empezar por decir que cepillar el pelo resulta beneficioso para distribuir los aceites naturales que producen las glándulas sebáceas del cuero cabelludo. Estos humectan las hebras y las protegen, lo que conduce a un pelo con brillo. Además, el cepillado favorece la circulación sanguínea, estimula el crecimiento del pelo, minimiza el quiebre y ayuda a deshacerse de las impurezas y las hebras que ya se han desprendido.

Pero, dicho esto, ¿qué pasa si se cepilla el pelo más de lo necesario? Como todo en exceso, es contraproducente. Te explicamos por qué. Por un lado, el cepillado frecuente puede irritar el cuero cabelludo y generar estrés en las hebras, lo que podría provocar el quiebre y la caída del pelo.

Por otro lado, el cepillado excesivo puede sobreestimular las glándulas sebáceas del cuero cabelludo y dejar el pelo graso (ese no es el brillo que estamos buscando, ¿cierto?). Y no solo eso, el sebo podría congestionar los folículos pilosos e impedir su correcta oxigenación, lo que dificultaría el sano crecimiento del pelo.

Por si fuera poco, el cepillado intenso o agresivo puede favorecer la aparición de puntas abiertas.

Sabemos que existe la teoría de que hay que cepillar el pelo 100 veces por día para mantener un cabello sano. Perdón por ser aguafiestas, pero nuestros expertos concluyen que esto es un mito. De hecho, el cepillado excesivo deja el pelo débil y opaco. Lo opuesto a lo que solemos buscar.

Te estarás preguntando entonces cuál es la frecuencia ideal para cepillar el pelo. La respuesta es dos veces por día, una por la mañana y otra por la tarde/noche. Pero es necesario explayarse un poco más en esto porque la elección del cepillo de pelo y la forma de cepillar, entre otros hábitos alrededor de esta simple acción, también importan e influyen mucho en nuestra salud capilar.

Recomendaciones a la hora de cepillar el pelo

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Limpiar los cepillos es fundamental. Crédito: Shutterstock

1. El cepillo indicado

Existen distintos tipos de cepillos según el material, disposición de las cerdas, tamaño, etcétera. Cada uno tiene una función específica. Usar un único cepillo para todo es quizás uno de los errores más comunes de cuidado del cabello. Algunos apuntan a desenredar, otros a facilitar el peinado, hay cepillos para masajear el cuero cabelludo y otros promueven un rápido secado. Si de tener el pelo brilloso se trata, lo ideal es optar por un cepillo paleta o raqueta con cerdas naturales. Estas resultan gentiles con las hebras, suavizan y dejan el pelo con ese brillo deseado.

2. La textura del pelo importa

Ahora bien, chicas de pelo con rulos, no todo esto aplica para ustedes. En su caso, lo mejor es prescindir de los cepillos. ¿Por qué? Estos van a estirar el pelo, romper su patrón y dar paso al frizz. En cambio, pueden usar peines con dientes anchos y separados para desenredar cuando el pelo esté húmedo o mojado.

3. Cepillar el pelo en orden

Puede sonar contraintuitivo, pero el cepillado debe comenzar siempre por las puntas. Es más, es necesario sujetar el pelo con la mano unos centímetros más arriba de las puntas para cepillarlas. De esta forma, se evita la caída del pelo por tracción. Una vez desenredadas las puntas, se puede empezar a cepillar desde un poco más arriba y así sucesivamente. Es importante evitar comenzar desde la raíz: lo único que se consigue al hacerlo en este orden es romper los nudos, trasladarlos a la extensión y dificultar aún más el peinado.

Más allá del orden, evitá cepillar el pelo cuando esté húmedo. El pelo mojado tiene menos fuerza que el seco, y requiere menos energía para quebrarse. En esos casos, usá un peine.

4. Ayudar con la rutina de cuidado

Por supuesto, los hábitos de cuidado influyen y facilitan la tarea de cepillar el pelo. Desde elegir el sistema de lavado indicado para el tipo de pelo hasta elegir una toalla de microfibra o remera de algodón para retirar el exceso de agua al salir de la ducha, este tipo de acciones hacen que no sea necesario cepillar con frecuencia. Realizar tratamientos de acondicionamiento profundo regularmente, usar cremas para peinar y/o aplicar aceites naturales para el pelo también ayudan para mantener las fibras capilares hidratadas, suaves, manejables y con brillo. A la hora de cepillar, esto va a ayudar a que el accesorio se deslice sin necesidad de tironear. Claro que necesitás un plan o una rutina de cuidado que sea acorde a tu tipo de pelo y sus necesidades.

Probá: el Shampoo y Acondicionador Brillo de Dove, un sistema de lavado formulado con fusión de agua y óleos livianos que hidrata profundamente. Limpia con delicadeza al mismo tiempo que deja el pelo suave y restaura el brillo.

5. La limpieza de los cepillos

Así como importa el tipo de cepillo, la técnica de cepillado y la rutina diaria, también importa la limpieza de los cepillos. Este hábito es importante para eliminar los pelos, los residuos de productos, células muertas de la piel,  bacterias y ácaros que quedan acumulados en los cepillos luego de su uso. Al pasar un cepillo sucio, todos estos agentes vuelven a depositarse en el cuero cabelludo y el pelo, y eso, sabemos, no es bueno para nuestra salud capilar. La forma de limpiarlos, va a depender del tipo de cepillo y su material. Los de plástico, por ejemplo, pueden sumergirse en un recipiente con agua caliente y shampoo, revolver, y luego dejar secar bien antes de volver a usar. El primer paso siempre será retirar los pelos que quedaron enganchados entre los dientes del cepillo.

Cuidados que favorecen a un pelo con brillo

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El brillo es el resultado de hábitos sanos. Crédito: Freepik

Ya dijimos que el cepillado exceso va en dirección opuesta al pelo brilloso. En cambio, cepillar el pelo dos veces por días es suficiente. Pero el plan de acción hacia un pelo con brillo es algo más extenso. Acá van algunos consejos para potenciar el brillo natural de tu pelo.

En primer lugar, mantené el pelo hidratado. ¿Cómo? Por un lado, con un sistema de lavado que hidrate profundamente el pelo, con mascarillas regulares (al menos una vez por semana) y tomando suficiente agua durante el día. No olvides que la alimentación también influye y mucho. Una dieta balanceada hace gran parte del trabajo.

Parece una obviedad, pero es necesario escaparle a aquellas prácticas que resecan el pelo y lo tornan opaco. Con esto nos referimos al uso frecuente de herramientas de calor como el secador de pelo y la planchita, y a la exposición al sol, cloro y sal del mar y otros factores ambientales. Optá mejor por secar el pelo al aire, aplicar un protector térmico en caso de usar herramientas de styling y crema para peinar con protección UV si vas a estar al sol (o, mejor aún, un sombrero).

Probá: el Protector Térmico de TRESemmé, que soporta hasta 230°C y tiene filtro UV. Por lo tanto sirve como barrera protectora ante las herramientas de calor y también de los rayos solares.

Al momento de lavar el pelo, ayuda enjuagar el shampoo y el acondicionador con agua tibia a fría. Esto potencia mucho el brillo, ya que ayuda que las cutículas queden selladas y retengan la humectación por más tiempo. Al salir de la ducha, como dijimos, preferí una toalla de microfibra o remera de algodón para retirar el exceso de agua, en vez de las toallas convencionales que generan mucha fricción. Con la misma lógica, es conveniente cambiar la funda de almohada de algodón por una de satén o seda, y los elásticos tradicionales por scrunchies.

Los aceites naturales son grandes aliados a la hora de potenciar el brillo del pelo. Pensá en el aceite de coco, el aceite de almendras, de ricino… por mencionar solo algunos. Existen un sinfín de mascarillas que se pueden realizar con estos o, incluso, se pueden aplicar unas gotas del aceite en la extensión. Brillo asegurado. También existen productos que combinan distintos óleos. Este es uno de nuestros favoritos.

Probá: el Spray Hydra Oil de TRESemmé. Basta con rociar la extensión húmeda, evitando las raíces, para gozar de sus múltiples beneficios. ¿Cuáles son? Nutre, sella la fibra, controla el frizz, brinda suavidad y, lo que nos convoca hoy, recupera el brillo.

Si llevás el pelo teñido, aplicá tratamientos reparadores con frecuencia y esperá el tiempo prudencial antes de hacer retoques o volver a someter al pelo a una decoloración. De igual manera funciona con los tratamientos químicos como alisados o permanentes. Todo este tipo de procedimientos rompen las estructuras, lo que se traduce en un pelo dañado. En estos casos, el mantra será “reparar, reparar, reparar” para volver a ver el pelo con brillo.

 

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