ATH opina | Si el pelo en pausa es viral en TikTok, ¿dónde queda la belleza positiva?
El cuidado del cabello requiere de tiempo, esfuerzo y una inversión económica que no siempre podemos permitirnos. Y eso está bien. Lo que no está bien es evidenciar a quienes no disponen de las mismas herramientas que nosotros.
Lo que antes era pelo de escoba —o de elote, si eres güera— ahora se conoce como pelo en pausa, una expresión viral en TikTok que se refiere al cabello quemado, maltratado, enredado, opaco, seco, áspero o sucio. En el que el peine se atora o hace pausa, pues.
Lo cierto es que hay muchos factores que pueden derivar en una melena poco sana. ¿Una referencia que todos conocemos? Britney Spears, quien es constantemente señalada por su cabellera desaliñada.
La cantante acaba de salir de un programa de tutelaje para entrar en un “plan de cuidado” desarrollado por su equipo médico. Los videos en los que muestra sus pasos de baile descoordinados, su aparente desconexión con el mundo actual y su redacción violenta y errática, sugieren que algo no está bien. Sin embargo, es su apariencia —las extensiones mal colocadas y el cabello desordenado y sin lavar— lo primero que desconcierta, sobre todo por tratarse de una celebridad de alto calibre. Pero, ¿cómo una mujer que claramente está lidiando con una crisis de salud mental podría ocuparse de algo tan banal como su cabello?
A veces, hay otras prioridades. Ser madre, sobrellevar una recesión, padecer una enfermedad, estudiar para un examen, sufrir cambios hormonales, salvar tu relación de pareja, resolver un conflicto laboral o alcanzar una meta deportiva son todas razones válidas para descuidar tu melena. El cuidado del cabello requiere de tiempo, esfuerzo y una inversión económica que no siempre podemos permitirnos. Y eso está bien. Lo que no está bien es señalar a quienes no disponen de las mismas herramientas que nosotros.
El movimiento de la belleza positiva, que promueve la inclusión y el respeto, domina el discurso cuando se trata del cuerpo y la piel. Ya nadie se atrevería a criticar el sobrepeso, las estrías o el acné, porque se entienden como parte de la vida. Sabemos que hay muchas condiciones que pueden provocarlos, desde atravesar por la adolescencia hasta haber parido, pasando por la mera genética. Practicamos la compasión y empatía. Y yo me pregunto: ¿cuándo empezaremos a validar nuestras melenas a través del lenguaje?