¿Cómo afectan los filtros a nuestra imagen y la relación con nuestro pelo? | All Things Hair MX
Mujer con cabello negro semiondulado tomándose una foto con su celular

ATH opina | Cómo afectan los filtros a la autoimagen y la relación con nuestro pelo

Estamos continuamente en contacto con nuestra propia imagen y eso interfiere con la propia percepción de nosotros mismos. Los filtros deberían ser divertidos y no definir cómo deberíamos vernos.

¿Usas un filtro cada vez que te tomas una foto? Si la respuesta es sí, no eres la única. En los últimos años, las plataformas de redes sociales como Instagram o TikTok han transformado la percepción de la belleza y el éxito.

Instagram fue una de las primeras aplicaciones que descargué cuando era estudiante de secundaria. Recuerdo usarla para publicar fotos con mis amigas, y es que, antes, las personas publicaban para crear una colección de recuerdos en lugar de preocuparse por si su imagen seguía una estética específica o les daría más seguidores.

Este tipo de plataformas ofrecían una gran variedad de filtros para cambiar los colores o ajustar las luces y sombras, lo que despertó mi amor por la fotografía. Pero, ahora, han evolucionado y tienen la capacidad de transformar el aspecto de una persona.

Los nuevos filtros cambian por completo la forma de la cara, los labios y ojos, e, incluso, el color, corte y apariencia de nuestro cabello. Las fotos originales terminan pareciéndose en nada al producto terminado después de editarlas.

¿Cómo nos afectan los filtros?

Los filtros pueden ser divertidos, como cuando nos convierten en personajes. El problema es que, cuando modificas una foto y el resultado es una versión “mejorada” de ti, puedes comenzar a pensar que así es como deberías lucir.

El último Proyecto Autoestima de Dove ha realizado un estudio, que incluye a más de 500 niñas de entre 10 y 17 años, en el que se revela que el 23% de las encuestadas cree que “no se ve lo suficiente bien” si no edita sus fotografías y el 20% siente decepción por no tener en la vida real el aspecto que tiene en sus fotos de internet.

De hecho, el 69% de las niñas asegura que intenta cambiar u ocultar al menos una parte de su cuerpo cuando se va a hacer una foto para sus redes sociales. La cara, el cabello, la piel, los labios y el abdomen son las partes del cuerpo que más editan.

Cualquier filtro que altere nuestro físico, en busca de un ideal de belleza o exigencia de perfección, es potencialmente peligroso para nuestra autoestima, ya que genera la exigencia de cumplir un arquetipo generado por una aplicación, que está alejado de nuestra verdadera imagen e, incluso, de la realidad.

Cambiemos el discurso

Mujer con cabello negro lacio tomándose una selfie con su celular
Los filtros pueden ser una manera divertida de expresar nuestra personalidad pero, también, tienen el potencial de convertirse en una fuente de inseguridad y baja autoestima. Crédito: cottonbro/Pexels.

Estamos continuamente en contacto con nuestra propia imagen, así que es normal que nos obsesionemos con ella. Los filtros de belleza no son inherentemente malos; todo está en la intención con la que se usan. No hay nada de malo en jugar con tu imagen, pero nunca debes creer que no eres hermosa tal como eres.

Dejar de usar filtros en tus fotos puede parecer aterrador en el mundo narcisista de las redes sociales, donde constantemente somos juzgados —y juzgamos a los demás— por la apariencia. Sin embargo, podemos cambiar el discurso y volver a lo real. Usemos los medios virtuales para estar cerca de quienes somos y querámonos así: sin filtros.

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