ATH opina | Por qué no debes comentar sobre la apariencia de los demás, ya sea bueno o malo
Durante las festividades, reflexionemos sobre el 'body shaming' y hagamos un llamado a la empatía para construir una cultura que celebre la diversidad y promueva la autoaceptación.
Las festividades suelen ser momentos de alegría, celebración y encuentros con nuestros seres queridos. Sin embargo, es importante recordar que, durante estas reuniones, los comentarios sobre la apariencia de los demás pueden tener un impacto significativo en nuestro autoestima y bienestar emocional.
En la era de las redes sociales estamos expuestos a un sinfín de opiniones y juicios sobre nuestra apariencia. Esta presión social por lucir de cierta manera y las expectativas culturales pueden convertir los encuentros festivos en momentos incómodos para aquellos que son objeto de observaciones, negativas o positivas, sobre su aspecto.
¿Qué es el ‘body shaming’?
Body shaming es el acto de decir algo negativo sobre el cuerpo de una persona. Esta práctica, ya sea dirigida hacia uno mismo o hacia los demás, abarca una amplia gama de aspectos, desde el tamaño, la edad, el cabello y hasta la ropa que se elige llevar.
¿Pero cuáles son las verdaderas consecuencias de estas observaciones aparentemente inofensivas? El body shaming no es simplemente un acto de opinión; es una forma insidiosa de influencia que puede tener un impacto devastador en la salud mental.
Tanto si los comentarios son positivos como si son negativos, opinar acerca de la apariencia de alguien puede incentivar a la persona a valorarse principalmente por su aspecto físico en lugar de su carácter u otros aspectos más fundamentales. Este tipo de comentarios sugiere que la apariencia juega un papel crucial y que alcanzar el estándar de “verse bien” se convierte en un ideal al que se espera aspirar.
Hagamos un llamado a la empatía
Durante las festividades, elijamos ser conscientes de nuestros comentarios y su impacto en los demás. Incluso elogios bien intencionados pueden contribuir a la presión social y a la ansiedad relacionada con la imagen corporal. Por otro lado, los comentarios negativos pueden tener consecuencias aún más perjudiciales, afectando la autoestima y generando inseguridades.
La importancia de no opinar sobre el cuerpo de los demás radica en el reconocimiento de que no conocemos la historia completa. Detrás de la apariencia hay experiencias, luchas y decisiones personales que desconocemos. Es crucial adoptar una postura de respeto y empatía antes de lanzar comentarios que podrían herir.
Es hora de dejar de opinar de los demás
La neurología ha confirmado que el cerebro humano procesa la información visual de manera rápida y eficiente, siendo la apariencia física de una persona una de las primeras características que percibimos y evaluamos. En muchas ocasiones, basamos nuestros juicios sobre las personas en estereotipos y prejuicios, demostrando así cómo nuestras percepciones están influenciadas por procesos cerebrales que buscan simplificar la complejidad del mundo que nos rodea.
Sin embargo, en pleno 2024 debemos de poner un alto a emitir juicios sobre la apariencia de los demás, independientemente de nuestras intenciones.
Hoy, más que nunca, es hora de poner un alto. Ya no debemos aceptar, participar ni tolerar palabras o acciones que socavan la autoestima y el bienestar de los demás. El cambio comienza con la conciencia y el rechazo de una mentalidad que perpetúa la crítica.
Así que, antes de señalar el cabello de alguien, criticar su peso o cuestionar su apariencia, detente. Haz una pausa y reflexiona sobre el impacto de tus palabras. Es hora de construir una cultura que valore la diversidad, celebre la autenticidad y promueva la autoaceptación. Al hacerlo, contribuimos a un mundo donde todos pueden sentirse seguros. El cambio comienza con cada uno de nosotros.
¿Y tú qué opinas del body shaming? ¿Lo has experimentado? Comparte tu opinión con nosotras en @allthingshairmex. ¡Te leemos!