“¿Me estás tomando el pelo?”: qué significa esta y otras frases sobre cabello

Nos recuerdan a nuestras abuelas; algunas las escuchamos mil veces, otras no tanto. Pero, de dónde vienen esas frases sobre cabello que nos resultan tan cotidianas y que están tan arraigadas en nuestra cultura. En esta nota analizamos esos dichos populares que tienen como protagonista al cabello. ¿Cuál es su origen? ¿Qué significan?

Usan el pelo con rulos, las canas, la calvicie y el tipo de pelo para dejar enseñanzas o apelar al humor. Sea como sea, son curiosas y nos suelen sacar una sonrisa. Su magia radica en que se fueron transmitiendo oralmente de generación en generación, sus autores son anónimos y encapsulan una pequeña dosis de sabiduría.

Si aún no formaban parte de tu repertorio, seguro vas a adoptar alguna de estas frases sobre cabello después de leer esto. No por nada se dice que los refranes son la filosofía más antigüa…

Nuestras 10 frases sobre cabello preferidas

“Hacerse los rulos”

Ya algo anticuada, esta frase revivió después de un discurso presidencial y se volvió trending topic en Twitter. Hace alusión a las mujeres que se arreglaban y “se hacían los rulos” convencidas de que ese gesto de coquetería les iba a asegurar una invitación a una reunión social o baile. Es decir, significa hacerse ilusión. “No te subas las medias que es foto carnet” podría ser un equivalente. 

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“No tener ni un pelo de tonto”

El diccionario de la Real Academia Española define esta locución como “Ser listo y avisado”. Se utiliza para referirse a alguien inteligente, difícil de engañar. Puede que esa persona sea tímida o tranquila, pero no naïve. De hecho, al afirmar que alguien no tiene ni siquiera una parte así de pequeña que pueda calificarse como de poco inteligente supone la afirmación de su agudeza mental.

“Tomar el pelo”

Cuando alguien sospecha que el otro le está haciendo creer algo que no es cierto, intenta engañarlo o burlarse de él, dice: “¿Me estás tomando el pelo?”. Al parecer, esta expresión viene de una época en la que las barbas eran muy importantes y, por ende, tocar o tirar de ella sin consentimiento de su dueño era sinónimo de agresión o falta de respeto. Otros teóricos consideran que el origen de esta frase está en el corte de pelo que se le hacía a los presos y a los militares de primer rango como medida higiénica, que se consideraba como una burla.

“Pocos pelos, pero bien peinados”

Podría equipararse a la frase “El que mucho abarca, poco aprieta”, ya que indica que es mejor hacer pocas cosas y bien, que muchas y mal. Así que, cuiden esos pocos pelos como el bien más preciado y aprendan a peinarlos bien, con amor. 

“Ni tan pelado ni con dos pelucas”

Al contraponer dos extremos, este dicho recomienda no tomar una postura radical en determinado asunto sino optar por el punto medio. Otras frases similares podrían ser: “Ni muy, muy; ni tan, tan” o “Ni tanto ni tampoco”.

“Hasta el pelo más delgado hace sombra en el suelo”

Este refrán se encuentra entre las líneas de El Martín Fierro. Y tiene una enseñanza detrás: recomienda no despreciar o menospreciar a nadie, por más insignificante que parezca, porque todos tienen sus virtudes. Se basa en que la sombra de cualquiera se forma por todas sus partes, incluso las más ínfimas. ¡Ey, el pelo fino también cuenta!

“¿Cómo te hiciste calvo? Pelo a pelo pelando”

Ya sabemos que nadie queda calvo de un día para el otro; la caída del pelo suele ser progresiva. Este dicho hace hincapié en las consecuencias que puede acarrear subestimar un problema/daño, por más mínimo que parezca, o reincidir en una falta leve. 

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“A canas honradas, no hay puertas cerradas”

Alude a la persona que, por hacerse un buen nombre a lo largo de toda su vida, gracias a su juicio y su prudencia, es bien recibida dondequiera que vaya. Este dicho también refiere al respeto que se debe tener por los ancianos. Ya ven, las canas equivalen a experiencia. 

“El mal ajeno, de pelo cuelga”

Esta es otra de esas frases sobre cabello que se inmortalizaron en un clásico, en este caso, en El Quijote. Denota la indiferencia o falta de interés que puede sentir alguien por un problema ajeno, que no le afecta directamente.

“No hay calvo que no haya tenido buen pelo”

¡Parece que la frases sobre pelo tomaron de punto a la calvicie! Esta apela directamente a la nostalgia, ya que se usa en relación a personas que, aunque hayan perdido sus facultades/habilidades con los años, recuerdan los buenos tiempos en los que todavía gozaban de ellas.