
Aprende cómo hacer (y cuidar) las trenzas con lana
Las trenzas con lana son un medio de expresión sumamente original y una gran forma de cuidar el cabello. ¡Te contamos todo lo que debes saber sobre este popular peinado!
Para las comunidades africanas y afrodescendientes, las trenzas con lana son más que un simple peinado. Es un estilo cargado de historia y regido por el funcionalismo que, pese a su carácter étnico, tras el paso de los años, ha cobrado un acento artístico entre aquellos que buscan transformar su look.
Como bien lo indica su nombre, este estilo hace referencia a las famosas trenzas africanas que surgen cerca del año 3500 a. C, las cuales se reinventan entremezclando el cabello natural con largos y coloridos hilos de lana.
Si bien en un principio formaron parte de la identidad de múltiples culturas, para después convertirse en un peinado protector el cual mantiene el cabello aislado de factores dañinos (en especial para las melenas afro), actualmente son un símbolo de expresión urbana de lo más original.
¿Cómo se hacen las trenzas con lana?
Aunque seguramente podrán parecerte difíciles, son más fáciles de lo que parecen. Eso sí, requieren de mucha paciencia pues se trata de un proceso largo y meticuloso. ¿La mejor forma de hacerlas? Aquí la técnica paso a paso:
- Divide tu cabello en múltiples secciones —tanto de forma horizontal como vertical—, considerando el grosor que te gustaría que tuviera cada trenza. Para conseguir un acabado prolijo, asegúrate de que dichas divisiones queden como una cuadrícula, pues te permitirá que las trenzas luzcan mucho más ordenadas.
- Toma una tira de lana y comienza a entretejerla con tu cabello, sujetándola con firmeza pero sin apretar demasiado y átala con una liguita para evitar que tu trenza se suelte fácilmente. Realiza dicho procedimiento en cada sección hasta trenzar todo tu cabello.
- Aplica una dosis de aceites para el cabello en estado puro —puede ser de argán o almendras— o bien, en algunos productos especializados como la crema para peinar Sedal Bomba Argán. Su fórmula rica en vitamina E y antioxidantes, repara y humecta tu melena, dejándola hidratada, brillante, suave y revitalizada.
Lo que debes saber antes de hacerte unas trenzas con lana

La calidad del hilo importa
La duración y comodidad de tus trenzas es directamente proporcional a la calidad del hilo de lana que utilices para tejerlas. Asegúrate de elegir uno que se encuentre bien entramado para evitar que se salgan pequeñas pelusas que puedan quedar enredadas en tu pelo natural y olvidarte de que se deshagan tras cada lavado.
También cerciórate de que no contenga cera ni cualquier otra clase de químico, pues podría dañar tu cabello.
La longitud y textura de tu pelo SÍ influye
Aunque las trenzas con lana pueden hacerse con cualquier longitud de cabello, tienden a durar mucho más en las melenas medianas o largas, pues se sostienen con mayor facilidad.
En cuanto a la textura, tienen mejor agarre en el cabello rizado, afro o muy grueso, mas no quiere decir que no funcione en las cabelleras lacias u onduladas.
Pueden llegar a doler
No te vamos a mentir, a veces la falta de costumbre podría ocasionar un leve dolor debido a la tensión que ejerce el peinado sobre el cuero cabelludo. Por ello, es importante evitar que tus trenzas queden demasiado ajustadas en la raíz. Evitarás las molestias y efectos secundarios como irritación o alopecia por tracción.
Su tiempo de vida no debe ser largo
Pese a que las trenzas con lana son un estilo apropiado para proteger el cabello por tiempo prolongado, su duración no debería extenderse más allá de uno o dos meses.
Esto debido a que el hilo tiende a desgastarse y a perder color, además de que llega un punto en el que el trenzado se separa de la raíz debido al crecimiento del cabello.
Requieren de un descanso
Entre cada proceso de trenzado, es importante darle una pausa a tu melena para dejar descansar el cuero cabelludo y así prevenir la caída capilar.
Los ‘tips’ que debes considerar para cuidar tus trenzas con lana
Prepara tu melena
Algunos días antes de crear tus trenzas, te recomendamos que limpies, humectes y fortalezcas tu melena con el shampoo y la crema hidratante diaria Dove Fuerza Antiquiebre, desarrollados especialmente para cuidar del pelo debilitado, dotándolo de los nutrientes necesarios para fortalecerlo, prevenir el quiebre y las puntas abiertas.
Lava con cuidado
Sin duda, este es uno de los pasos más importantes cuando se trata de cuidar tus trenzas con lana. Para empezar, debes saber que no se requieren más de tres lavados por semana. Eso sí, puedes mantener tu cabello limpio con la ayuda de un shampoo en seco. En cuanto al acondicionador, es preferible evitar su uso frecuente ya que podría aflojar el trenzado.
Por otro lado, cada vez que asees tu cabello, olvídate de estrujarlo o frotarlo bruscamente. Evitarás que la fibra capilar se quiebre y que el hilo de lana pierda su estructura y entramado perfecto.
Hidrata al máximo
Una vez por semana, dale a tu melena una hidratación profunda con el superacondicionador TRESemmé Rizo 1 Minuto. Contiene siliconas que forman una fina película protectora sobre las hebras, potenciando sus propiedades de suavidad y lubricación, sin dejarlas pesadas.
Seca meticulosamente
Debido a la textura y densidad del hilo de lana, tu cabello requerirá de un secado minucioso para evitar que se creen hongos y mal olor debido a la humedad.
Empieza secando tu melena con una toalla suave. Procura no frotarla o sacudirla y, en su lugar, solo presiona firmemente para que absorba el exceso de agua. Finalmente, si lo deseas, puedes utilizar tu secadora siempre colocándole un difusor y aplicando protector térmico.