Claudia Sheinbaum y el debate del cabello rizado en la política | All Things Hair MX
Mujer con cabello rizado decolorado en un ambiente laboral

Hasta la raíz | El debate del cabello rizado en la política

En un escenario donde cada detalle es analizado, el debate sobre la apariencia capilar trasciende lo superficial para reflejar los avances y desafíos en la lucha por la igualdad y la diversidad en la política moderna.

En plena efervescencia electoral, se hizo viral un video en redes sobre el “planchado político de Claudia Sheinbaum”, en el que se muestra cómo a lo largo de los años la aspirante a la presidencia de México ha pasado de tener el cabello rizado a ser lacia. Por supuesto, no podemos evitar preguntarnos si más allá de ser un cambio estético, se trata de una forma de hacer campaña.

En el mundo de la política, la apariencia de los candidatos juega un papel crucial en la forma en que son percibidos por el público. Desde el traje que visten hasta el peinado que eligen, cada detalle es sometido a escrutinio y análisis. En este contexto, el debate sobre si tener cabello rizado es adecuado para una candidata política ha sido objeto de discusión y reflexión.

 

 

El estigma de lo rizado: explorando la percepción del cabello rizado

Mujer con cabello rizado negro
Aunque la diversidad y la inclusión están en el centro del discurso político moderno, el estigma en torno al cabello rizado aún persiste en algunos sectores. Crédito: Shutterstock.

El cabello puede parecer un tema apolítico, pero según el informe TextureTrends de 2018 elaborado por NaturallyCurly, para el 60 a 70% de la población, el cabello genera discriminación en actividades cívicas, desde la educación hasta el empleo.

“Si alguien no entiende por qué el cabello es político, es porque tiene el privilegio de no tener que preocuparse nunca por él”, dice Janai Norman, corresponsal de ABC News y presentadora de noticias pop de Weekend Good Morning America.

Las prácticas discriminatorias surgen de un prejuicio contra el cabello texturizado arraigado en el racismo. “El cabello está politizado”, explica Tammy Jolivette, estudiante de doctorado en la Universidad Walden que investiga la génesis psicológica de la discriminación natural del cabello. “Las ideas sesgadas de que el cabello texturizado no es atractivo, poco profesional e inaceptable están profundamente arraigadas en nuestra psicología colectiva”, dice Jolivette a StyleCaster.

Mientras que algunas personas simplemente se resisten a un tipo de cabello diferente al suyo, otras atribuyen intenciones a peinados étnicos que pueden ser ciertos o no. En realidad, a veces los peinados transmiten una agenda política, mientras que otras son simplemente expresiones personales. De todos modos, se juzga a las personas con cabello rizado.

Para muchas mujeres, todo se reduce a la apariencia de su cabello

Suena duro, pero es una realidad. Un estudio de 2019 realizado, en Estados Unidos, por Dove encontró que las mujeres negras enfrentan los casos más altos de discriminación basada en el cabello y tienen más probabilidades de ser enviadas a casa desde el lugar de trabajo debido a su cabello. El estudio también encontró que el 80% de las mujeres sentían que necesitaban cambiarse el cabello para adaptarse a sus lugares de trabajo.

Tomemos por ejemplo a Mia Thermopolis de Diario de la princesa (2001). Una película que sigue a Mia (Anne Hathaway), nativa de San Francisco, mientras descubre su linaje real en el país ficticio de Genovia. Como ocurre con todas las cintas para adolescentes, esta presenta una escena de cambio de imagen obligatoria en la que el estilista real Paolo literalmente grita al ver el pelo chino y salvaje de Mia. Y, tras la introducción de planchas para el cabello y lentes de contacto, la transforma en una princesa.

Esta alteración muestra dos ideas clave: una princesa se define por su imagen y esa imagen no puede incluir el cabello rizado, aunque esté peinado. En pocas palabras, los rizos son un signo de desenfreno y desorden que puede asociarse con personajes negativos como Bellatrix Lestrange de Harry Potter y el cáliz de fuego (2005) e incluso personajes positivos como Mérida de Valiente (2012).

Sin embargo, este prejuicio contra el cabello rizado no solo existe en los medios; impregna el lugar de trabajo, el mundo académico y el político.

El cabello en la política y la lucha contra los estereotipos

El pelo chino es visto como poco profesional, rebelde, descuidado, salvaje e impresentable, mientras que el pelo lacio se considera serio, sensato y profesional. Sin embargo, esta percepción se basa en estereotipos obsoletos y discriminatorios. El cabello rizado no debería ser un factor determinante en la evaluación de la competencia o la capacidad de una candidata para ejercer su rol político.

Silueta de mujer con coleta de caballo alta y lacia
El cabello, más allá de ser un elemento estético, es una forma de hacer campaña. Crédito: Thisisengineering/Pexels.

Retomemos el caso de Claudia. Ella no ha sido la única política en modificar su imagen por culpa de estos estereotipos. Incluso Michelle Obama tuvo que recurrir al uso de relajantes capilares. Su estilista Johnny Wright identificó la necesidad psicológica de tener una silueta reconocible para poder influir en los votantes. “En el mundo político, eso ayuda a las personas que no están tan centradas en la campaña a tomar una decisión. Si deciden votar, se acuerdan de su pelo”, dice Wright a StyleCaster.

La presión para que las candidatas políticas se adhieran a ciertas normas estéticas es particularmente fuerte. El cabello lacio y peinado hacia atrás ha sido históricamente considerado el estándar de belleza y profesionalismo en muchas culturas. Quienes desafían estas normas pueden enfrentar críticas y prejuicios. Sin embargo, es esencial cuestionar estas expectativas y permitir que las candidatas expresen su individualidad y autenticidad a través de su apariencia sin temor a ser juzgadas por su elección de peinado.

Cuando una persona se enfrenta a discriminación por cómo lleva el pelo, se viola su libertad de expresión.
Tammy Jolivette

Cambiemos el discurso y rompamos las barreras

Mujer con cabello rizado recogido en un ambiente laboral
El cabello se convierte en un símbolo de lucha y cambio en la política moderna. Crédito: Alena Darmel/Pexels.

El debate sobre si tener cabello rizado es apropiado para una candidata política es un reflejo de las expectativas cambiantes en la sociedad y la lucha continua por la igualdad de género y la aceptación de la diversidad. La valía de una candidata política no debe medirse por la textura de su cabello, sino por su capacidad para liderar y representar a sus electores de manera competente y ética.

Juzgar a alguien por su elección de peinado, especialmente cuando es natural y parte de su identidad, es contraproducente y no contribuye al desarrollo de una sociedad más inclusiva y justa.

El cabello rizado es parte de una conversación más amplia. Lamentablemente, todavía puede ser divisivo y político. Pero saber que estamos dando un paso hacia adelante y no hacia atrás es lo que nos mantiene en esa conversación.

Cuéntanos tu percepción sobre el cabello rizado en el mundo político a través de @allthingshairmex. Estaremos encantadas de leerte.

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