Estas melenas con ombré rosa la rompen
Pink, la nueva obsesión
El ombré rosa es furor: tomó las melenas que eligen adaptar las técnicas de coloración que generalmente se usan para colores naturales pero con tonos fantasía.
El ombré es la técnica por la cual se va de un color a otro –en general del más claro al más oscuro–, de forma gradual y en degradé. Te mostramos algunas formas de adaptarlo para que rockees tu cabello de unicornio.
Ideas para adoptar el ombré rosa
Rubio rosado
Una opción sutil del ombré rosa es empezar con una base rubia clara o color caramelo e ir yendo hacia el rosa de forma gradual y agregar color a medida que llegás a las puntas. También es una opción dejar mechones más oscuros alternando con otros tonos para dar movimiento al look.
Nuestro tip: Recordá que el cabello teñido se reseca más fácil que el natural, por eso es importante tenerlo hidratado usando sistemas de lavado como el Shampoo y Acondicionador Bomba de Argán de Sedal que cuenta con aceites que van a ayudar al pelo dañado y seco.
Dip Dye
Una manera de llevar el pelo así si querés probar el color y no te animás a mucho es tiñiendo solo las puntas. Aplicá el color desde donde quieras y peinalo con un peine fino para que el color se difumine con el tuyo y no quede una linea recta.
Shock Fucsia
Si preferís algo más vibrante, el fucsia puede ser tu color. Empezá en un tono claro y seguí jugando con la gama hasta llegar al más oscuro en las puntas. Aplicá todos los días un poco del Óleo Nutritivo de Dove para hidratar, ¡y listo!
Dos tonos
También está bueno jugar con el ombré rosa y otros colores contrastantes o complementarios, como puede ser el violeta. El color más oscuro va en las puntas mientras que el claro se usa desde las raíces. Para aplicar un color así es necesario decolorar toda la cabeza o si no la tintura no permanece en el pelo. Tenélo en cuenta si querés incursionar en esto.
Chocolate y frutilla
En este caso, tenemos un ombré rosa que va del castaño chocolate al rosa pastel, pasando por varios tonos en el medio como si fuese un delicioso cono de helado. Es un cambio sutil y delicado si ya tenés el pelo decolorado y querés agregar un poco de color sin tocar las raíces.