5 Mitos sobre el cabello más comunes: ¿Qué opinan los expertos?
Descubre la verdad detrás de cada uno.
Cada cultura, en cualquier rincón del mundo, tiene su propia serie de creencias mitos sobre el cabello. Ese misticismo ha sido pasado de generación en generación, moldeando nuestro punto de vista entre lo bueno y lo malo—desde cortándonos el pelo de acuerdo a las fases de la luna hasta pidiendo que solo nos haga el cabello un estilista hombre durante ciertos días del mes.
Aun así, tan loco como parezca, algunos de estos mitos sobre el cabello tienen una explicación científica—o al menos una que es mitad verdad antes de pasar a ser una de esas “leyendas de la abuela”. Como Latina, he experimentado o escuchado la mayoría de los siguientes “cuentos”, así que me di a la tarea de descubrir la razón detrás de cada uno para entender si son ciertos o falsos.
La verdad detrás de los mitos sobre el cabello: Son ellos, no nosotros
Mito #1: No te cortes el cabello con estilistas mujeres cuando están en sus “días”
Comencé a tener mi período a los 11 años—sé que es una información personal, pero me llevará al siguiente punto: a esa edad, mi abuela y mis tías me advirtieron sobre lo “malo” que era cortarse el cabello con una estilista que estaba menstruando. ¿Por qué? Según los mitos, esa “sangre sucia” hace que el pelo de los clientes se vuelva opaco y muerto, desacelerando también el proceso de crecimiento natural y la textura del mismo. Así que la única opción era buscar a un estilista hombre.
Nada más alejado de la realidad. Los expertos dicen que tú pudieras ser la culpable. “Las abuelitas solían pensar que la menstruación era ‘mala’ o ‘asquerosa’, por eso no nos permitían hacer cosas comunes, incluyendo cortarnos el cabello”, explica la doctora Leidy Boscán, cirujana general y experta en medicina estética. “Por supuesto, eso sólo es un mito. No hay evidencia científica que lo confirme. La única razón para evitar tratamientos químicos durante el ciclo menstrual es básicamente porque tu cabello tiende a quebrarse y a estar más débil, sobre todo si quieres optar por decolorados o queratinas”.
Mito #2: Debes raparte la cabeza para que el nuevo cabello te salga liso y sedoso
Si hablamos sobre texturas de cabello, muchos aconsejan alejarse de ciertos tipos de cortes, para no hacerlo más “liso o rizado”. Este mito bien podría haber sido parte de nuestras vidas desde que éramos infantes—justo cuando llegó el momento del primer corte de pelo. “Cuando tuve mi primer hijo, mi madre sugirió raparle el cabello para que pudiera crecer más ‘hermoso’, es decir, con liso y con volumen”, comparte Nicole María Axelrod, de Long Island, Nueva York. Ese mismo principio se aplicaría al mito de no cortar el cabello ondulado pues terminarías “dañándolo”.
De acuerdo con la doctora Boscán, el cambio en la textura del cabello pudiera deberse a la genética y a los cambios hormonales. “Aunque estos cambios usualmente son temporales, es posible que tu cabello no siga siendo el mismo después de tener un bebé. El cabello de las mujeres en tu familia, en la tercera edad, te dará una pista de cómo podría ser tu melena en el futuro”, finaliza.
Mito #3: Tu color de cabello natural nunca va a regresar después de tinturarlo por años
Los tintes han sido parte de ese misticismo desde que comencé a teñirlo a los 14 años. Recuerdo que mi madre se molestó pues mi color natural—castaño oscuro—nunca volvería a ser el mismo. A decir verdad, no podría saberlo pues no he regresado a mi tono original en al menos 10 años pero, quizás, ella tenía razón.
La realidad es que pudieras perder el pigmento natural de tu cabello después de pintarlo. Por ejemplo, si tu cabello natural es marrón o negro, siempre va a hacer así a menos que las canas aparezcan. Sin embargo, lo que sí podrías perder es el pigmento, explica el doctor Andrés Fernández, cirujano general y cosmetólogo. “A medida que vayas tiñendo o decolorando, el pigmento natural que tienes va desapareciendo (ese pigmento es lo que te da el matiz de tu cabello, como castaño cenizo, rubio dorado, oro cobrizo, etc.). Tal vez esa podría ser la razón por la que, si eres una pelirroja cobriza natural y tinturas tu pelo, con el tiempo va a desvanecerse a una versión más tenue, como a un rubio o marrón claro cobrizo”, añade.
Mito #4: Cepilla tu cabello 100 veces antes de dormir para hacerlo más liso
Otro cuento que recuerdo—y que intenté por primera vez cuando apenas era una niña—era cepillar 100 veces mi cabello cada noche antes de dormir. Mi abuela, mi mamá y la mayoría de las mujeres en el vecindario cepillaban y envolvían su pelo en medias veladas para “alisarlo, mantenerlo suave y que pudiera crecer rápido”. Vaya que tenía esperanzas. En realidad, mi melena sólo crecía hasta mis hombros y el truco de la pantimedia me dio pesadillas y dolores de cabeza más de una vez.
Pero, hasta el sol de hoy, todavía me pregunto si ellas tenían razón, a lo que la doctora Boscán responde “sí, pero no”. Cepillar tu cabello constantemente, sean 100 o un par de veces al día, podría ayudar a estimular el cuero cabelludo y los folículos capilares, haciendo que crezca más saludable. “Estás exfoliando el cuero cabelludo y extendiendo los aceites naturales de raíz a puntas, por eso tu melena luce y se siente más suave y brillante”. Claro, no está de más cepillar tu cabello para evitar los nudos aunque, al final del día, se trata más que todo de tu genética.
Mito #5: Las extensiones de cabello traen mala suerte
¿Qué hay de las extensiones de cabello? No voy a negarlo—las extensiones tipo tape-in han sido mi obsesión durante este último año. Me encanta cómo puedo cambiar mi look en horas y me ayuda a no pensar en el hecho de que el pelo no me ha crecido tanto como yo quisiera. Algunos dicen que las extensiones traen mala suerte, pero, según la estilista Emmy Veloso, estas pudieran traer efectos secundarios que la mayoría no conoce.
“Las extensiones son un reto si no se colocan apropiadamente, pues corres el riesgo de padecer de pérdida de cabello. Por ejemplo, las que son tipo ‘sándwich’ o ‘tape-in’ podrían arrancar tu melena de raíz si no las despegas con los productos o técnicas adecuadas. Además, las extensiones agregan peso innecesario al cabello demasiado fino, e incluso hay casos donde ha llegado a crecer moho si no se lavan o secan de forma correcta”. ¡Eso es mala suerte por donde lo veas!
En conclusión, los mitos sobre el cabello son parte de nuestra vida, sin importar las culturas o las creencias. Aun cuando haya aprendido lo que pudiera ser cierto o no, y quiero pensar que tengo las herramientas para descubrirlo, sé que hay cuentos que no puedo cambiar. Por ejemplo, ¿raparía mi cabeza para cambiarle la textura a mi pelo? Jamás. Pero, ¿cortarme el cabello de acuerdo a los ciclos de la luna para acelerar su crecimiento? Bueno, ya esa es otra historia.